miércoles, 12 de noviembre de 2014

El mal engloba el bien

El mal a pesar de ser repudiado, castigado, temido, perseguido y catalogado como fuerza antagónica al sentido de la vida se ha mantenido firme ocupando su lugar en las acciones de los hombres. El mal es solo una percepción que se enfrenta a un poder, a la tiranía del bien. Toda moral, ley, justicia o honradez se escuda en un poder que lo mantiene vigente, pues siempre será un concepto desvalorizado por sus propios aclamadores como ambiguo. Todas las tiranías e instituciones tenían el bien de su lado, cual prostituta sidosa ha servido de coartada para defender sus intereses. Mientras que el mal siempre se ha mantenido invariable y bien definido desde la percepción de cualquier ser racional. Así pues, el mal encarna la rebeldía. Instinto innato para mantener el progreso absoluto. La lucha contra toda moral y derecho individual impuesta, reivindicando una debilidad y potenciando negativamente el progreso total ante el de un colectivo. El ser corona la racionalidad cuando conquista la libertad de ejercer el mal ante un bien ambiguo.
Hoy en día, la gente que conscientes del abuso animal y de las vías alternativas de alimentación reniegan de la moral, y por cualquier motivo, ejercen su derecho a la indiferencia o a participar en el abuso, renegando de la igualdad, son la potencia que impulsa a la especie humana a no rendirse ante el veganismo, acentuando y fortaleciendo el conflicto a nivel cultural entre progresistas (a los cuales el mal radicaliza y eleva dentro de su condición) y tradicionalistas (a los que perturba y mantiene en fricción con el progreso). El fascismo a principios del siglo XX acarreó la instauración un equilibrio  y unos valores a nivel político internacional que no se habrían alcanzado de mantener una estabilidad gubernativa. A nivel más individual, un asesinato aparte de ser un acto de inmoralidad explicita, potencia los ideales del progreso o la rebeldía contra una justicia ambigua. También fortalece el bando (siguiendo el ejemplo, familia o seres en conflicto con esa maldad especifica) frustrado denunciando una debilidad y retándole a progresar.
 En cualquier valoración que queramos darle a un hecho existirá la ambigüedad en el bien y la presencia del mal. Mal como valor innato en el ser racional.
 Este desarrollo supra moral es la estructura que conforma la relación entre bien y el mal.
 Poder dogmático y rebeldía respectivamente.

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