miércoles, 6 de noviembre de 2019
La inopia, lo peor de todo.
martes, 1 de octubre de 2019
Parte 2
No sé ni que he dicho. Solo espero no haberla fastidiado.
Creo que la entiendo por fin. Ten paciencia y quierela mucho.
lunes, 30 de septiembre de 2019
Desahogo
Solo quiero parar las voces de mi cabeza. ¿Quedas con él? Bien. Pero, ¿porque después se arruina? Solo, además. Y pienso, ¿ha sido él? Muchas hipótesis deambulan por los pasillos de mi mente, impidiéndome conciliar el sueño. Solo quiero unas palabras tranquilizadoras por tu parte, que nunca llegarán. Quizá mañana. Quizá mañana esto esté olvidado y vuelva a ser feliz. ¿Pero tan difícil es serlo durante dos días seguidos?
¿Porque nos queremos tanto entre nosotros y tan poco a nosotros mismos?
viernes, 6 de septiembre de 2019
¿Nuevo?
Miedo. Ahora absoluta indiferencia. ¿He cambiado, o solo he aceptado? Algunos demonios me siguen rumiando. Pero quiero ser feliz. Lo quiero más que nada ahora mismo. Sigo preguntándome por esa otra chica, la de junio. Sin embargo, ahora las circunstancias son estas. Y me gustan. Mucho. Solo desearía que algunas cositas fueran diferentes, pero no se puede hacer nada.
Ante ellos, la ciudad. Las luces, las casas. Los tejados se extendían como una masa uniforme de tejas, simulando un valle. Sentía su respiración, su espalda desnuda. No quería nada más. Quizá, más tiempo.
martes, 11 de junio de 2019
AAAAAAAAH
Odio cuando pasa esto. Cuando tienes estas ganas voraces de escribir, porque hay algo que te rumia en lo más hondo de tu mente, y no lo consigues traducir en palabras. Hay trazos de una rabieta misógina sobre sexo oral no recíproco. Y algo de estrés académico. Y algo más. Quiero vivir más. Y mejor.
Mañana más me le vale a Paloma preguntar acerca del tratado de Waitangi, no querría entregar en blanco.
Nueva Zelanda, sí. Allí es donde querría estar.
martes, 28 de mayo de 2019
Una mañana sin más
Las luces de parada de la estación parecían unos frívolos y modernos ojos de mosca, que miraban al frente, impasibles. La música le bajaba las pulsaciones. ¿Qué sonaba? Por el eco y la guitarra distorsionada, hubiera creído que tal vez se tratara de My Bloody Valentine. ¿Era cierto? ¿O era LSD and The Search For God? Iba a ser un día sin más, de los que no generan ningún registro sináptico en el cerebro. O quizá si. Esperaba en esos incomodos bancos de metal. ¿Vendrían con el tren siguiente? ¿O había perdido el tiempo? La foto del melocotón lo relajó. Ya se vería.
miércoles, 8 de mayo de 2019
Sobre los caballos rugidores de los guerreros Aztecas.
lunes, 6 de mayo de 2019
La era del metano que prosiguió a la era del metacrilato fue caracterizada por la desestructuracion de las funciones sociales, deteriorando prácticamente todos los aspectos de la modernidad hasta los sangrientos límites del barbarismo. La vida entre las ruinas aconteció como el desveló de la luna creciente tras la neblina como si hubiera estado esperando impasible nuestro deber para con ella. La historia fue olvidada y los sabios especulaban sobre los orígenes de los edificios cada vez más desalineados de la realidad. Habitaban las antiguamente gélidas tierras ahora de clima adecuadas para las reconstituidas practicas de agricultura de subsistencia (los animales dejaron de ser comestibles hace mucho). Las tierras templadas cercanas al acuador habían sido inundadas casi por completo. La tierra había disminuido enormemente su nivel sobre los oceanos y nuevos mares habían devorado los continentes, incomunicando las dos principales zonas habitables al norte y al sur del globo habitadas por dos mundos radicalmente opuestos e incomunicados entre sí. Este contexto dio lugar a uno de los sucesos más relevantes para la memoria humana: la extinción del hombre clásico.
domingo, 28 de abril de 2019
Traducción de Dona'm la mà, Joan Salvat Papasseit
muy cerca del mar
latiendo,
tendremos la medida de todas las cosas
solo con decirnos que nos seguimos amando.
Las barcas lejanas y las de la arena
tomaran un aire fiel y discreto,
no nos miraran;
miraran nuevas rutas
con vista lenta al consorte distraído
Dame la mano y resguarda tu mejilla
sobre mi pecho, y no temas a nadie.
Y las palmeras nos darán sombra.
y las gaviotas bajo el sol que luce.
Nos traerán un sabor que empapa,
al amor, toda cosa cerca del mar:
y yo, entonces, te besaré la mejilla
y el beso nos traerá el juego del mar.
Dame la mano que iremos por la orilla
muy cerca del mar
latiendo,
tendremos la medida de todas las cosas
solo con decirnos que nos seguimos amando.
lunes, 21 de enero de 2019
Es maravillosa esa aura de tranquilidad y nostalgia cuando vemos fotos de nosotros o gente cercana con antiguas parejas, no?
Casi se puede sentir esa agradable cercania muerta. Realmente genera una complicidad en nosotros que creiamos perdida.
Cuanto poder en unos pocos gestos congelados en nuestra retina cuando retumban en nosotros.
Que tan mejor es!
Mas que mas grande el placer seria si encontrásemos tras ella, atesorado por esta primera, una segunda y tercera y cuarta belleza más grande, ideal y plena en la mente y alma de una persona, donde uno no puede ver ni puede dejar de vivir.
jueves, 17 de enero de 2019
Otro poema
que en verdad no pasa nada
aunque la tierra se seque
cuando el mar escampa.
Si realmente no pasa nada
en pleno día me rocía la nana
de las fuertes flores quemadas,
un murmullo seguro de calma
donde nada más que la nube
o su sombra desdentada.
Quien aplacará mejor mi alma
que la llama, desfile de rosas.
Que día pudiera uno verse
la piel cubierta de ellas bravas.
Quien pudiera realmente callar
el clamor del hada enterrada
simpatizante con el delator
ruborizándose ante mi sosiego
si realmente nada el viento
no corre si no escapa,
no seré yo quien perturbe nada.
Gracias, las gracias.
Nada, la nada.