Odio cuando pasa esto. Cuando tienes estas ganas voraces de escribir, porque hay algo que te rumia en lo más hondo de tu mente, y no lo consigues traducir en palabras. Hay trazos de una rabieta misógina sobre sexo oral no recíproco. Y algo de estrés académico. Y algo más. Quiero vivir más. Y mejor.
Mañana más me le vale a Paloma preguntar acerca del tratado de Waitangi, no querría entregar en blanco.
Nueva Zelanda, sí. Allí es donde querría estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario