Felicidad. ¿Qué es la felicidad? ¿Es fácil, verdad? ¿O quizá no? La felicidad se ha vuelto un concepto desvirtuado en el siglo XXI. Bombardeados por tecnología que nos hace hacer cada vez menos, nuestras comodidades son mayores. Gracias a postmodernismo se puede acceder antes al alcohol, al tabaco, e incluso a otras drogas no legisladas en el Código Penal. Actualmente tienes pareja antes, follas antes, tienes acceso a cada vez más lujos y experiencias; ahora bien, la pregunta del millón, ¿te hace feliz? Si la respuesta es sí, y lo dices convencido, tu lectura ha concluido. Si crees que no, explicaré porqué. La felicidad de ahora se sostiene mediante la satisfacción de deseos temporales, de forma repetida: Ahora me enrollo con esta chica, ahora me compro un coche, ahora un ordenador, ahora quiero irme de viaje a Cancún, ahora quiero un televisor más grande... Y al final, cuando satisfaces el deseo, ¿te sientes feliz? Quizá un momento, quizá una hora, quizá un mes, pero una vez se va, es como si nunca hubiera estado. Además, cuando no se satisface, porque a veces no es posible, ¿qué sientes? Frustración. Frustración por no haberlo conseguido. Impotencia, rabia. Aquí me lo planteé, ¿como puede ser la felicidad algo que dura tan poco, y que cuando no llega causa tal destrozo? Eso es porque no es más que una ilusión. Hemos hecho apología de la ilusión de vivir, como si fuera la forma de vida correcta. Sin embargo, es una enorme falacia. Ilusión implica falsedad, nacida del autoconvencimiento. La felicidad no puede ser irreal. Entonces, ¿qué demonios es la felicidad? La felicidad es un estado. Y es aquí donde entran en escena los filósofos orientales, la corriente buddhista, y en última instancia, Arthur Schopenhauer; la felicidad llega cuando se erradica el deseo en la vida. —No me malinterpretéis, está bien tener experiencias, sean cuales sean, el punto que intento defender es que éstas no deben ser el motor de tu felicidad, porque le estás dando más valor al hecho que a la felicidad en sí misma.—
La felicidad es un fin, un fin al que se llega cuando dejamos de proyectar en los demás, en esperar cosas, en consumir para satisfacer un deseo. Solo entonces, podremos hablar de una verdadera felicidad.
lunes, 31 de agosto de 2015
¿Eres feliz?
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