lunes, 24 de agosto de 2015

Tenía muchos pájaros en la cabeza,más o menos en el lóbulo occipital,llegando a rozar el cerebelo.
Era una molestia para ellos (y para mi percepción también),además quedaba feo y los pobres jilgueros no podían respirar,así que me abrí la cabeza y pudieron salir.
Lloré de felicidad,yo es que soy muy sensible con los animales,¿sabes? El otro día estaba comiendo un bocadillo de jamón,bueno,era chopped,pero el jamón y el chopped crecen juntos en el mismo animal,así que es lo mismo,y pensé que el chopped no quería ser comido por mi,y vi su mirada,la mirada del chopped,también vi las estrellas y la luna,al niño Jesús y fui al espacio,donde están las cosas bonitas y huele siempre a metal quemado,como cuando pones palomitas en el microondas.
Y por eso ya no como carne,ahora solo como bocadillos de atún con mayonesa,y me da igual porque cuando abro la lata y miro al atún no me devuelve la mirada,está cabizbajo y no quiero oírlo ni él a mi,y las pocas veces que cruzamos la vista no me transmite nada,¿sabes?
Que le jodan.

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