sábado, 10 de octubre de 2015

T♣Å ♀♀ `╠

Antes tras la entrada las cabañas podían hallarse resguardadas de las reprimidas verguenzas, se escapan por las pareces mas no llegan a desvanecerse. Podríamos morder grandes maquinas fronterizas de metal y dejar pasar el mal que tras tantos malos tragos dejamos de intentar rastrear, rienda suelta hoy los gorriones cantan al mar. Detras de cada cuerda trenzada se podia intuir la delgada energia desnuda tramando escapar. Ahi atras no queda espacio para respirar. Podriamos llegar a trazar un plan por el que escalar unas pocas rocas sentir el sol y la distancia tal vez nos sentaria bien. Desde el mirador del toro se puede ver el mar. Nada podria impedir que nada mutara para ser para un buen paraguas que resguarda. El mar esta agitado mas oscurezido que de costumbre para navegar asi afina las cuerdas y armoniza desde los bares hasta la playa, denotas saber la nota idonea pero se agrieta el mastil tras cada disonante mañana. Bien podríamos seguir para siempre pero bien es sabido que el humo acaba siempre disuelto en el aire. Escucha otra vez antes de ser parte de este tan rasgado estandarte de colonias apenantes apestantes se llegan a creer triunfantes, puede que mañana. Pasa la mano de lado hacia la siguiente cabaña aunque esperes jamas llegaras a entrar de cara. Esta es la declaración del manantial a la cascada exigiendo una inversión en la gravedad, manifestación de vanidad, gran claridad acecha tras cada ventana que puedes imaginar. Puestos a crear ponte en mi lugar tus pupilas pueden ser cada vez de un color mas natural intercambiarme los matices y los sueños no te los guardes créeme que los aborrecerás antes de que puedas permanecer constante. Hasta aqui la primera parte de la llamada de atención a la creída cascada que cae permanente sobre mi desde aqui donde el agua no fluye

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