Ojalá
poeta, ojala músico, ojalá bailarín, ojalá escritor. Ojalá
transformar sentimientos en palabras, ojalá hacer llorar a un
público, ojalá saber entrar y salir del escenario. Ojalá la fuerza
en la voz del obrero, ojalá la frialdad del empresario, ojalá la
pasión del artista, ojalá la dedicación del maestro, ojalá la
audacia del ladrón. Ojalá mar, ojalá cielo, ojalá tierra, ojalá
hombre, ojalá lobo estepario, ojalá lluvia. Sí, ojalá lluvia.
Ojalá caer, estamparse, y ojalá evaporarse para volver a caer de
nuevo, sin aprender nada, sin pretenderlo tampoco. Ojalá.